jueves, 8 de diciembre de 2011

Nuestro Proyecto ...


Adopta un huerto ! 

En un pasado no muy lejano, en la vida rural, la mayoría de las personas que habitaban los pueblos disponían de un pequeño huerto que servía para el abastecimiento de la familia.
En estos huertos se usaban plantas de variedades locales, que tienen como principal característica su adaptación a las condiciones del medio, además se utilizaban técnicas y prácticas de cultivo sostenibles, como el empleo de compost de estiércoles y otros materiales orgánicos como abono.

En nuestro pueblo, queremos recuperar los huertos tradicionales que poco a poco están quedando abandonados. Buscamos personas, concienciadas con el medio ambiente, que quieran productos de calidad. Nuestro objetivo es poner en valor estas zonas, recuperando el uso que tenían, las variedades locales cultivadas de la zona e incluso prácticas y técnicas de cultivo empleadas y que sólo se encuentran en la memoria de nuestros mayores.

Además, este programa puede ser una actividad complementaria asociada a otras, como el turismo rural, la restauración o incluso en el futuro ser una fuente de empleo para la zona.

Por eso este programa puede ser una buena oportunidad para formar a personas interesadas en esta materia.

A modo de presentación de nuestro proyecto, buscamos, dentro de nuestro plan de sostenibilidad, conectar ecología, sostenibilidad y economía.

Antecedentes...

Si desde siempre en las zonas rurales se ha mantenido una forma de vida tradicional y respetuosa con el entorno y ésta ha pasado de padres a hijos de forma espontánea, en Atapuerca en los años 70 (al contrario de la tendencia generalizada de ese momento) todavía se vivía bajo este modelo de vida rural: Agricultura, ganadería, oficios tradicionales estaban ligados  a un  entorno que les acompañaba, cumpliéndose así el ciclo de vida natural de las poblaciones rurales.

La población de Atapuerca no tenía conciencia de la importancia de lo que arqueológicamente albergaba su sierra hasta el descubrimiento de los primeros hallazgos en los años 80.  A partir de este momento se produjo la divulgación científica del yacimiento y numerosos curiosos se acercaban ya a este territorio. Al mismo tiempo empezaba a observarse en España el fenómeno del “boom de la construcción” tanto en las ciudades como en las zonas rurales. Sin embargo, Atapuerca, seguía permaneciendo al margen de esta progresiva especulación urbanística y permanecía inalterada, manteniendo su ruralidad.

Posteriormente con el reconocimiento internacional y el aval que supuso la declaración de los Yacimientos y el Camino de Santiago como Patrimonios de la Humanidad, surge un nuevo escenario. Esto supone un importante reclamo tanto científico como turístico y cultural ya que adquiere una dimensión social que antes no tenía y también supone un reto para el municipio. La demanda de servicios ligada a la visitas empieza a obtener sus frutos y nuevos emprendedores ven en Atapuerca una oportunidad de negocio vinculado a la explotación turística de estos dos Patrimonios de la Humanidad.

El municipio se plantea el problema que podría suponer un crecimiento desorbitado y la  perdida de la calidad de vida tradicional junto a la degradación del entorno que le rodea. No le interesa desarrollarse de una forma impersonal e intensiva atendiendo a las necesidades del turista sin pensar en la pérdida de valores que esto supone para sus habitantes.

Por tanto, el planteamiento es el siguiente: trasladar la ruralidad que se vivía en los años 70 hasta el escenario actual; queremos tener un desarrollo económico de una forma sostenible y al mismo tiempo aprovechar la oportunidad que estos Yacimientos y el Camino  nos brindan.

Entendemos por sostenibilidad el alcanzar la mayor rentabilidad económica y social que nos puedan aportar los Yacimientos y el Camino de Santiago protegiendo así los recursos ambientales y culturales. Además su correcto aprovechamiento nos servirá de garantía para conservar el legado que ha sido trasmitido de una forma, hasta ahora, casi inalterada.
 
Los objetivos

El programa “adopta un huerto” de Atapuerca tiene como objetivo la recuperación de antiguas huertas del Chorretón, la formación de personas para desarrollar un ciclo agrícola ecológico completo , el intercambio de semillas autóctonas, la producción de productos variados destinados al autoconsumo y su comercialización hasta conseguir la autofinanciación del proyecto.
Queremos concienciar a la población para la preservación de la biodiversidad, de las tradiciones, a fomentar el intercambio intergeneracional y en un futuro poder establecer una asociación o empresa que fomente la creación de empleo vinculado a la comercialización de productos ecológicos.

  • Poner en valor los huertos tradicionales abandonados de Atapuerca

  • Poner en contacto a los mayores donde se encuentran los saberes de la horticultura de estas tierras y a los jóvenes que quieran aprender estas técnicas tradicionales para aplicarlas a sistemas de horticultura moderna, siempre de forma ecológica.

  • Formar a las personas que se quieran iniciar en la horticultura ecológica o que adaptar sus huertos a usos ecológicos.

  • Promover iniciativas que puedan generar empleo en una futura red de distribución sin intermediarios.

  • Ofrecer un espacio de intercambio y actividad para las personas que quieran tener un huerto en el Municipio, y las personas mayores que quieran enseñar y ayudar de forma prioritaria.

  • Recuperar espacios de antiguos huertos, que se encuentren inutilizados o carentes de aprovechamiento.

  • Fomentar la participación ciudadana y el desarrollo sostenible, generando espacios de biodiversidad.

  • Formular políticas municipales de sostenibilidad, compatibilizando el desarrollo humano con el entorno ambiental como pieza clave.

  • Implicar al gobierno local y a la ciudadanía en la conservación de la biodiversidad a través de la recuperación y la puesta en valor de especies hortícolas autóctonas y tradicionales.

  • Promover buenas prácticas ambientales de cultivo: gestión de los residuos, ahorro de agua, agricultura ecológica, recuperación de usos y costumbres de la agricultura tradicional, etc.

  • Potenciar el carácter educativo y lúdico de los huertos.

  • Establecer y valorar las relaciones entre el medio natural y las actividades humanas.

  • Promover una alimentación sana y cambios de hábitos más saludables.

  • Impulsar un mayor conocimiento y respeto por el medio ambiente.

  • Promover las relaciones y el intercambio intergeneracional



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