domingo, 21 de octubre de 2012

Hola a tod@s,

aunque ha habido un tiempo de silencio en lo que se refiere a este blog de los hortelanos de Atapuerca, volveremos a meter actualizaciones... mientras trabajamos en ello, iré colgando alguna de las recetas que se pueden hacer con los excedentes que estamos teniendo en la huerta, y por qué no , también con algunos frutos silvestres...


MERMELADA DE TOMATES VERDES

 

Hay tomates que se nos han quedado en la mata y ya no maduran (el Otoño y sus lluvias por fin han llegado) Para aprovecharlos, tradicionalmente se han encurtido o se han hecho mermeladas. Los que estén más maduros podemos envolverlos en papel de periódico para que terminen de ponerse rojos. Con los más verdes haremos mermemlada para acompañar nuestros platos, postres o nuestros quesos este invierno.

Ingredientes
  • Tomates verdes, de cualquier clase
  • azúcar
  • zumo de limón

Elaboración
Cortamos los tomates en cuartos, tal cual, sin pelar ni quitar las pepitas 

Los colocamos en una cazuela y echamos por encima el azúcar , unos 200 gramos menos de azúcar que de tomate... si no te gusta muy dulce puedes rebajar pero no olvides echar al menos la mitad de azúcar, nunca menos, para ayudar a una mejor conservación.

Los dejamos macerar unas horas o mejor de un día para otro. 
Al día siguiente lo cocemos a fuego lento, el tiempo lo que cada cual estime conveniente, siempre dependiendo de la cantidad. Hasta que los tomates se vayan deshaciendo. 
Pasamos la batidora en el mismo recipiente y cocemos 5 minutos más y antes de retirarlo añadimos zumo de limón. Para dos kilos podemos utilizar medio limón, esto evitará la oxidación y nos protegerá del botulimo
En una olla esterilizamos los botes y las tapas. Con hervirlos un cuarto de hora será suficiente.
La mermelada la pasamos por el pasapuré o por un fino. Todo depende de si la quieres más o menos fina. Si es para acopañar confitados o postres mejor por el fino , si es para untar queso mejor por el pasapuré
Una vez colado, rellenamos los botes con cuidado de no manchar la rosca y dejamos más o menos un centímetro del frasco sin rellenar. Tapamos los frascos y lo cocemos otros 30 minutos (el tiempo dependerá de la cantidad)
Sacamos los frascos y los dejamos enfriar boca abajo. 
Con el baño maría lo que hacemos es calentar el aire interior y omo consecuencia de este calentamiento, el aire se expande y cuando se enfría el aire se "encoje" y la tapa hace "chuff" y así logramos un vacío, que nos permite la conservación de la mermelada

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